lunes, 27 de abril de 2020

¿NOS ES POSIBLE A LOS ANDALUCES EL CAMBIO?





            Se dice que hay razas sobre las que gravita como una maldición divina su imposibilidad de cambiar. Nuestro pueblo ha llevado a efecto en el siglo XVI una de las empresas que han admirado e interesado a toda la humanidad. Sin embargo llevamos 300 años de espalda a la historia del mundo. Se mantiene que los grandes pueblos creadores de futuro son los que idolatran el progreso material y el ascenso de la mayor altura moral. En ellos, en sus entrañas germina el genio creador, cuyas hazañas asombran y enriquecen al mundo. Es incomprensible, por ajeno a la lógica, que hayamos desertado en un período de casi 300 años a la realización de nuestro destino. En este triste periodo de retracción hemos idolatrado a una figura humana de subidos quilates de hombría, el hombre que desafía a la muerte: el torero.  Reiteramos su excelsitud subrayando al mismo tiempo su intrascendencia social.
            Al mismo tiempo, ha pululado en nuestra sociedad el cura de baja formación intelectual y paradójicamente, de escasa formación moral, que en algunos casos compensaba con la apetencia de dinero, lo que se denomina un cura simoniaco, pero que torpemente hemos venerado y ello ha influido negativamente en nuestra sociedad.
            Estos dos errores selectivos de nuestro pueblo han determinado su atraso por insuficiencia de investigadores, hombres y mujeres geniales que descubren los secretos de la naturaleza, además de los caminos futuros de los humanos y enorgullecen y enriquecen a sus pueblos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

  a mis nietos y sus amigos Debido a la frustración que constituía la normalidad de los niños que tuvieron la desgracia de llegar a la ado...