Experiencia
Recientemente hube de
realizar una operación de cierta
importancia en la dehesa. En la parte observable desde sus carriles veíamos que
no se estaba realizando su labor con el rigor
que habíamos estipulado.
Y nos hicimos la pregunta : Si en
la parte visible no se cumple lo pactado, en la parte no carrileada y por tanto
no comprobable desde el coche, las deficiencias tal vez sean mayores. Y ante la duda resolvimos comprobarlo
a pie. En efecto en esta zona se había
incurrido en más incorrecciones.-
La contrariedad me trajo a la
mente: Si es lamentable tener que censurar
y padecer el incumplimiento de lo pactado en zonas comprobables, lo será
aún más comprobar deficiencias por defectuosa realización de lo tratado,
cuando por lo abrupto del terreno no es verificable.-
Proseguí la marcha por una vereda que aunque muy pedregosa era de poca pendiente.-. Había recorrido
aproximadamente un km. Y aún quedaba otro para reunirme con mi hermano que
esperaba con el coche. Pero el panorama cambió desfavorablemente : carecía de
vereda y tenía inclinación llegaba a 45 grados.-Más que una ladera muy empinada
era un barranco intransitable. La dificultad se acrecentaba porque empezaba a
oscurecer, y el riesgo se convertía en peligro porque los músculos de deambula
r daban señales de agotamiento tal que
apenas permitían mantenerme en pie. Tras varias caídas, opté por llamar a mi
hijo Julio con resultado negativo; insisto en mi empeño y logro conectar con mi
nuera que con presteza moviliza a Julio
que a su vez requiere la colaboración de la Guardia Civil. Yo no dejaba de vocear a mi hermano, que aun distaba de mí casi un
Km. él a su vez me llamaba insistentemente.-Pero entonces ocurre algo
alentador, positivo: Los hijos de mis vecinos Martín y Francisco Valle Morales, de los que había una distancia desde años por
faltas de entendimiento, oyen las voces
y en la noche obscura sin luna llega hasta mi José Manuel Valle hijo de Francisco, que superando sus
limitaciones me saca de lo más intrincado e intransitable. Ya en zona más clara
se hace cargo de mi un Guardia Civil y me conduce a un Todoterreno, para otro vehículo aun sería el monte intransitable, propiedad de Juan Valle Montero quien a su
vez me traslada hasta el coche de la citada Guardia Civil que me trae a mi
domicilio .-
Afortunadamente de esta pequeña
travesura y mayor experiencia solo me
queda un rasguño en la frente, cierto leve dolor en una pierna de las reiteradas
caídas y el profundo agradecimiento a José Manuel ,
Juan, y a la Benemérita G. C.
Prudencio Cabezas.-
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